A pesar de que el nacimiento del Asón, en el valle de Soba es una de las zonas menos conocidas de nuestra región, es sin duda, una de las más hermosas. Conserva virgen su naturaleza y costumbres de marcado carácter rural, además de presentar una amplia variedad paisajística, a lo largo del discurrir de sus ríos que se abren paso entre bosques de roble, hayas y encinas, hasta sus desembocaduras en rías y marismas. Entre las abruptas montañas del Valle de Soba fluyen los ríos Asón y su afluente, el Gándara. El Asón nace a partir de una surgencia cárstica, que origina una espectacular cascada de más de 50 metros, donde el agua estrepitosa y el maravilloso paisaje que nos ofrece la cabecera del valle, impregnan los sentidos.
El Parque Natural de los Collados del Asón garantiza la conservación de tan bellos parajes. Los macizos del Alto Asón superan los 1600 metros de altura en espectaculares formaciones calizas. Las praderías donde pastan cabras, ovejas y vacas y las masas de roble, haya y encina, surgen entre los cortes verticales de la roca. El agua es omnipresente en forma de arroyos y torrentes, por lo que la vida es rica y abundante. El corzo, el jabalí, el zorro y el lobo son especies abundantes, así como los buitres y una gran variedad de rapaces.
Los límites del parque son el Pico de Mortillano (en los límites de Ruesga, Arredondo y Soba) al norte; el perímetro del parque sigue la carretera Arredondo Espinosa de los Monteros hasta el puerto de la Sía. De aquí sigue al oeste en el límite con Burgos hasta el Alto de la Inmunia, Peña Lusa y bordea el Picón del Fraile sin llegar a incluirle. Sigue al norte en la divisoria de las cuencas Asón y Miera hasta el punto de confluencia de los municipios de Arredondo, Soba y Ruesga. A partir de aquí al este, sigue la divisoria de Soba y Arredondo hasta el Pico de Mortillano, sin incluir a la población de Asón.